Paco Ríos.

Un año más quiero agradecer a todos los que habéis confiado en mí y en mi método de entrenamiento para seguir formándose como jinetes y amazonas con nosotros.

2016 ha sido un año de duro trabajo, pero los que me conocen saben que eso nunca fue un problema para nosotros. Tanto en lo profesional como en lo personal, este año ha sido quizás el año más importante de mi vida.

Profesionalmente, hemos tenido de todo un poco. Infinidad de concursos nacionales como territoriales, tres de nuestros alumnos han formado parte de la tecnificación territorial teniendo que sumar a tres más para el 2017 y una de ellos también está seleccionada en la tecnificación nacional. Además hemos celebrado en casa dos campeonatos territoriales, D.V. y D.C. concurso de Alta Escuela, 10 medallas en el Campeonato de D.C. además de nuestro concurso territorial de Doma pasado por agua, como viene siendo habitual, pero que, gracias al equipo que formamos, siempre sale adelante.

Hemos tenido dos convocatorias de exámenes de galopes con casi cuarenta alumnos de esta escuela con un 100% de aprobados.

Además de fiestas de cumpleaños, Halloween, campamento de verano, curso de herraje para profesionales y no puedo olvidar a nuestras cuatro representantes en el campeonato de salto consiguiendo plata y bronce en alevines.

Por si faltaba algo, nos comunican desde la R.F.H.E. que Patricia Rodríguez Ruiz (“la cría del poni” como la llaman algunos) ha sido seleccionada para el programa nacional de élite de menores.

Seguro que se queda algo en el tintero pero lo más importante es el ambiente que seguimos teniendo en este centro a pesar de lo que comentan los cuatro de siempre.
Después de más de tres años aguantando comentarios en su mayoría falsos, creo que ha llegado el momento de dedicar unas palabras a esas personas que os habéis preocupado más de intentar devaluar al Centro de Formación Ecuestre Paco Ríos, que de seguir con vuestra propia formación como jinetes, amazonas y otros pocos como profesionales de la equitación:

Para todos vosotros gracias de corazón porque sin saberlo me dabais las fuerzas necesarias para levantarme cada día con ganas de demostrar al mundo que, con trabajo, trabajo y más trabajo todo se consigue.
En lo personal, y ya termino, quiero agradecer a mi familia toda su ayuda sin pedir nada a cambio. A Jesús García Garrido por su inestimable ayuda y su gran compañerismo. No me puedo olvidar de Almudena porque sin ella esto no sería posible, además, de hacerme el mejor de los regalos que es ser padre. Claudia ha sido la guinda perfecta para un pastel llamado 2016.

Paco Ríos